Todos construimos de forma inconsciente una representación mental de nosotros mismos. Cada uno de nosotros ve de manera subjetiva la propia realidad, construimos una imagen propia que a veces no se corresponde a lo que los demás ven.
La vemos según somos nosotros, según el entorno en el que nacimos, según lo que nos han contado que somos. Existen dos tipos de realidad: una física e independiente que creamos como observador y otra “psicológica” que genera cada persona a partir de ella, asignándole
una interpretación y un significado concreto.
Entonces, ¿es nuestro reflejo en el espejo nuestra imagen real? ¿o es una interpretación propia de algo que estamos viendo de forma subjetiva? ¿Por qué nos cuesta tanto vernos a nosotros mismos en esencia? No vemos lo que somos porque nos dejamos llevar por las sombras para no ver lo que muestran nuestras luces.
Nos refugiamos en la mentira para escapar de la verdad. Imaginamos para huir de lo real. Nos dejamos engañar para huir y porque no nos sentimos capaces de experimentar una realidad mejor que aquella que nos inventamos.
Las representaciones mentales son fruto de nuestra percepción de los hechos, no de los propios hechos en sí, de nuestras creencias y de las cajas mentales en las que estamos metidos y no nos dejan ver más allá. Atrévete a salir de tu caja mental y dime, ¿qué ves cuando te miras al espejo?